Teresa Olivi: “Mi liderazgo es sencillo, siempre será junto a la comunidad”
En el marco del Día del Rector/a, la magíster Teresa Olivi reflexiona sobre su primer año en la institución y destaca la importancia del liderazgo para que cada miembro de la comunidad universitaria “sepa todo lo bueno que tiene para dar”.
-¿Cómo fue la experiencia de su primer año como rectora?
-Asumir un nuevo rol de trabajo trae consigo mucha responsabilidad para cualquier persona, sea cual fuere la tarea. Para mí, ser rectora está siendo una experiencia muy especial, no pensada ni buscada en esta etapa de mi vida, pero que he aceptado porque es un desafío único.
Esta responsabilidad ha encendido, a mi edad, una luz positiva haciéndome sentir que todavía puedo ser parte de un intercambio activo de nuevos aprendizajes y experiencias, aportando a nuestra UBP a través del trabajo colaborativo. Ruego a Dios que la comunidad UBP también lo sienta así.
He transitado toda una vida en universidades como estudiante, docente y decana. Por lo tanto, en ese sentido, creí que lo había vivido todo y sólo me quedaba guardar un hermoso recuerdo junto con la alegría de reencuentros con compañeros de trabajo y con ex estudiantes que, con sus palabras, me hacen sentir que logré trascender en ellos. Pero, la vida nos da sorpresas y estoy a un año de haber sido designada como rectora en una institución donde nunca había tenido la posibilidad de trabajar, ni de conocer a su gente. Hoy puedo afirmar que no parece que tan sólo haya transcurrido un año. Sin lugar a dudas siento que estuve aquí toda una vida.
Me encontré con una joven institución de 30 años y con gente admirable que no sólo construyó lo que hoy se ve, sino que fue visionaria en aspectos relacionados con la educación y en formas de llegar a todo el país con una modalidad novedosa.
Respecto a las personas, no sería justo decir que he podido conocer a todos como desearía pero, no duden, sigo trabajando en ello. Con quienes vivo la alegría del trabajo diario, me siento totalmente integrada. Valoro la sinceridad, la manera de relacionarnos, la complementariedad, el disenso que nos hace reflexionar y el trabajo colaborativo. Todo esto permite que avancemos con los cambios necesarios para seguir proyectando nuestra UBP para el día a día y el futuro con la velocidad necesaria. Espero humildemente que ellos también se sientan bien trabajando conmigo.
–¿Cómo concibe el liderazgo desde su lugar como rectora?
-Para liderar hay que conocer a quienes uno lidera. Debemos confiar y trabajar junto a ellos en sus áreas para aprender, respetar y sentir en qué se puede ayudar.
Ser rectora tiene tareas específicas, como lo tienen otros roles, pero somos parte de un equipo. El trabajo y las decisiones colaborativas son esenciales, aunque a veces tengamos que hacernos cargo de decir la última palabra.
Quienes lideramos debemos trabajar para que cada área esté a cargo de quien ya tiene (o se esfuerza por conseguir) las competencias que allí se necesitan, y siempre procurar que el trabajo de un espacio esté conectado con el trabajo de otros espacios. Las instituciones son seres vivos y únicos, todo tiene que estar integrado.
Estoy convencida de que tenemos que ver los procesos de trabajo en vivo y en directo para poder conocerlos, no sólo leerlos en una resolución o material escrito porque en ellos no están las personas que le dan vida. Por eso ruego comprensión cuando pido participar de las actividades, siempre será con todo el respeto para poder proceder mejor en las decisiones y saber en qué se puede colaborar.
Mi liderazgo es sencillo: siempre será junto a la comunidad. Toda mi vida trabajé para hacer crecer a otros y de esa manera seguir mi propio aprendizaje. Disfruto ver que los “héroes” de cada rol despliegan sus “poderes”. Nuestra tarea en el rectorado es coordinar sus competencias y que cada uno sepa todo lo bueno que tiene para dar.