Sueño cumplido: Wilab, de doingLABS a Silicon Valley
Se trata de una startup cordobesa que, a través de inteligencia artificial, predice fallas y caídas en servicios de telecomunicaciones. La incubadora de la UBP fue su primera experiencia formal dentro del sistema emprendedor y desde entonces no ha parado de crecer. Hace un mes se convirtió en una de las nueve empresas seleccionadas, entre 248, por el programa de aceleración más prestigioso de Silicon Valley.
Una idea, una solución
Los socios fundadores de Wilab son Tomás Achával (CEO), Javier Roberts (CTO) y Emeric Ureel (CFO). Los tres jóvenes se conocieron trabajando en una ONG y en 2018 decidieron, a partir de una idea revolucionaria, crear una startup que en la actualidad trabaja con clientes multinacionales como Cisco y América Móvil (con sus operaciones en Claro Argentina, Uruguay y Paraguay).
Emeric explica el alcance de sus desarrollos: “Imagínense lo que es perder la señal de celular por 20 minutos en una situación de emergencia. Este es un ejemplo de problemas que no solamente afectan al usuario sino a también a las empresas pierden cada año 60 millones de dólares por caídas y degradación de servicios. Y además con el advenimiento del 5G, cuando millones de dispositivos se conecten a la red, estos inconvenientes se van a acentuar. Nuestra solución es hacer una predicción de caída de servicio utilizando inteligencia artificial. Para eso recurrimos a dispositivos, diferentes vendors y correlacionamos sus datos con inteligencia artificial para predecir los incidentes”.
La relevancia del ecosistema emprendedor
A partir de una experiencia anterior en la que participaron Tomás y Javier, tuvieron en claro que en esta oportunidad tenían rodearse de personas que los guíen y ayuden a tender puentes para que Wilab tenga éxito. En este sentido, Javier afirma: “es clave saber pedir ayuda, apuntar a los mejores para cada tarea y preguntarles cómo se hace, porque la gente está dispuesta a colaborar”.
Por su parte, Emeric agrega “doingLabs nos llevó a conocer a mucha gente, tuvimos en ese momento nuestra primera ronda de inversión. Es fundamental participar de este tipo en instituciones. Soy un convencido de que el emprendedor no existe sin el ecosistema. Uno puede tener una idea, desarrollar un producto pero después hace falta ese apoyo para una empresa. Por eso creo que debemos hacer crecer al ecosistema cordobés, para facilitar el trabajo de todos”.
Los tres socios concuerdan en este apartado y remarcan la importancia de escuchar a los mentores. Cuentan como Natalia Bartolomei, su primera mentora, los ayudó a “pulir” el flujo de fondos, que es el que siguen utilizando en la actualidad. Y además recuerdan y agradecen su insistencia para que determinen claramente cuál era el propósito de Wilab y trabajan desde él.
Luego del paso por doingLABS, su camino siguió creciendo. En el 2020, participaron del Programa de Emprendedores organizado por la Asociación de Emprendedores Tecnológicos de Córdoba (Asetec), cuyo objetivo era dar herramientas o trabajar atributos para lograr un crecimiento exponencial y luego fueron incubados por Incutex.
Además, a principios de este año, fueron reconocidos por el Departamento de Comercio Internacional del gobierno britanico como “World Class Team” y los invitaron al Global Entrepreneur Programme para abrir oficinas en el Reino Unido.
La meta clara
Wilab se ha convertido en menos de cuatro años en una organización exponencial que correlaciona más de 50 fuentes de datos y que se apoya en las redes de sus clientes, en tecnologías open sources y en una comunidad de expertos que enriquecen su plataforma día a día.
En agosto tienen un nuevo desafío por delante que es Alchemist Accelerator, el mejor programa de aceleración de Silicon Valley para startups que tienen un modelo de negocios B2B, es decir, que venden a grandes empresas. Esto significa que Wilab es una de las nueve compañías con mayor potencial de la actualidad y al preguntarles cómo se sienten al respecto, Tomás reflexiona:
“El que tiene una startup ya pegó el salto. Esto requiere valentía, te van a decir 20 veces no por cada sí, pero uno tiene que apuntar a lo más alto, a estar en los principales ecosistemas emprendedores del mundo para poder traer el mundo a Córdoba. Por eso nos vamos a Silicon Valley, porque es el centro del planeta en tecnología. Construir una gran empresa argentina requiere que sea global y para eso hay que estar en contacto con tecnologías y capitales”.
A su vez, remarcaron la importancia de tener en claro los objetivos a largo plazo a la hora de emprender para tomar las decisiones acertadas en su debido tiempo.
“En el camino que hicimos nosotros se trabaja mucho el autoconocimiento, qué te gusta, cuáles son tus sueños y ser coherente con lo que vos querés y conocés de vos mismo. Queremos hacer una empresa disruptiva, una empresa de alcance global que demuestre que la mejor manera de trabajar implica preocuparse y ocuparse para que cada persona crezca profesional y personalmente en tu equipo. Es el sueño que compartimos los tres y pegamos el salto para hacerlo. Creo que los sueños no están en el corazón del hombre porque sí, sino para guiarlo” cierra Tomás.