Reflexiones en torno al 8M
Mgter. Teresa Olivi
Rectora Universidad Blas Pascal
En este 8 de marzo, día en el que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, nos tomamos un momento para reflexionar sobre nuestro rol como comunidad educativa y la obligación que tenemos de fomentar la educación en valores como la igualdad, el respeto y la diversidad, transversales a los contenidos propios de cada carrera.
Conmemoramos a todas las mujeres que han luchado y luchan por la igualdad de derechos y el desarrollo tanto personal como laboral y profesional, y siguen generando conciencia sobre aquello que aún falta construir. Hay culturas donde todavía se comenten atrocidades, y en otras, donde las leyes han avanzado, también se percibe la desigualdad de derechos y oportunidades.
Muchos son los datos que se divulgan y se analizan en cuanto a la desigual presencia que las mujeres ocupamos en espacios políticos, educativos, económicos, laborales, domésticos, etc. A lo largo de los años en el mundo y, particularmente en nuestro país, hemos ganado terreno en las diversas áreas, mostrando que nuestras intervenciones son enriquecedoras y aportan valor en los equipos interdisciplinarios que conformamos. Debemos ser parte, no sólo por la obligación de cubrir un cupo sino porque valoramos la diversidad, y la riqueza de las diferentes perspectivas respecto al qué, al cómo, al dónde, al por qué. Eso es lo que permite avanzar en la inclusión, la igualdad y en la colaboración como principios del desarrollo.
Aun así, todavía siento que como sociedad no hemos alcanzado la igualdad en el sentido amplio de la palabra. Creo que lo haremos solo cuando hayamos logrado un cambio de paradigma cultural en donde ni siquiera sea necesario plantearlo.
El rol de nuestra Universidad es clave para promover esa transformación, educar en la igualdad, empoderando el rol de la mujer, entendiendo por ello que el acceso a la toma de decisiones no es preponderantemente masculino y reconocer la igualdad intelectual y laboral de las mujeres y la riqueza del trabajo conjunto.
La Universidad Blas Pascal en el camino transitado lo ha demostrado tomando decisiones estratégicas que nos están permitiendo desplegar las alas y demostrar que nuestros talentos contribuyen de forma positiva a crear un mundo más humano, en el que hombres y mujeres podamos participar en un entorno que favorezca el desarrollo y las aspiraciones de todas las personas que sueñen y sean capaces de construir un mundo mejor.