Mariana Tobares camina 8 km diarios para poder estudiar

Mariana Lourdes Tobares tiene 20 años y es estudiante a distancia de la Licenciatura en Administración por la Universidad Blas Pascal. Vive en la zona rural de la localidad de Cruz del Eje, ubicada al noroeste de la provincia de Córdoba. Todos los días camina 4 kilómetros, acompañada de su abuela, para llegar al Centro de Educación a Distancia (CED) ya que en su hogar no dispone de acceso a la electricidad.

De lunes a viernes Mariana cursa el tercer año de la carrera y los sábados realiza un curso sobre liquidación de sueldos en el mismo centro. “Todos los días vengo al CED para rendir parciales, comunicarme con los profesores y descargar las clases satelitales. Luego, en mi casa sigo estudiando el material con una notebook que tengo, hasta que se acaba la batería.” Refiriéndose al gran esfuerzo que hace por estudiar, Mariana afirma: “para mí no es un problema. Me gusta lo que estoy estudiando. Por eso me levanto y camino sin rezongar. No soy una persona que reniegue de cómo vivo”. Las ganas de progresar se interponen a las diarias adversidades.

Incondicionalidad
La abuela es una figura clave en este proceso universitario que vive Mariana en el interior de Córdoba. “Mi abuela me incentiva a estudiar y me ayuda muchísimo. Ella solventa mis estudios con su jubilación. Vivimos juntas desde que yo nací, compartimos mucho tiempo y somos muy compañeras. Nos gusta salir a pasear. Cuando me reciba quiero empezar a trabajar, ya que ahora se me complica porque vivo alejada de la zona céntrica. Me gustaría realizar alguna carrera de posgrado para perfeccionarme aún más”, dijo. Por día, abuela y nieta caminan 8 km para llevar a cabo este desafío.

Despertar inquietudes
Cuando finalizó el secundario quería estudiar Ingeniería Agrónoma pero una amiga le comentó de la existencia del Centro de Educación a Distancia y le despertó curiosidad. “Me mostró algunos folletos y cuando leí la oferta académica descubrí que me gustaba el plan de estudio de la carrera de Administración. Me acerqué a averiguar sobre cómo funcionaba la modalidad y cómo se utilizaba la plataforma. En el 2012 me inscribí, comencé a estudiar y la verdad que me ha ido muy bien”, comentó.

Una relación académica cercana
“En el CED el ambiente es muy agradable, conozco desde hace mucho a todos los que trabajan ahí. Son muy atentos y siempre buscan ayudarnos en lo que necesitemos. Por ejemplo, en abril falleció mi abuelo y me sentí tan desganada que quería dejar de estudiar. Ellos me acompañaron en todo momento y me alentaron a no abandonar la carrera”, destacó. Con respecto a los profesores asegura que son personas que brindan un acompañamiento personalizado y continuo. Mariana formó un lindo grupo de amigos con quienes organiza equipos de estudio. El establecimiento de Cruz del Eje es uno de los 90 CED que maneja la red de Comunidad Digital.