Innovar en pueblos aborígenes mexicanos
En el mes de septiembre de 2016 el Mgter. Pablo Piccolotto, docente de la Esp. en Gestión de las Tecnologías, participó como líder académico de un programa único llevada a cabo por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México. Se desarrollaron ideas innovadores para ayudar a la comunidad aborigen de San Pablo, una humilde localidad en el municipio de Amealco del estado de Querétaro, próximo a Sierra Gorda. Piccolotto lideró un grupo de 40 estudiantes que se embarcaron en una propuesta enfocada en resolver con creatividad e innovación las principales dificultades de la población aborigen que cuenta con alrededor de 650 habitantes.
Inmersión en la comunidad
La comunidad está compuesta en su mayoría por mujeres y niños, ya que los hombres por lo general emigran en busca de trabajo. Su principal actividad económica es rural y se caracteriza por el monocultivo de maíz y la cría de animales de granja. El docente comenta que la inmersión en la colectividad fue clave para entender los problemas que experimentan los pobladores y que este punto fue unos de los aspectos más reveladores para los estudiantes.[metaslider id=34010]
Los horarios de actividades estaban pautados entre las 8 a 17 horas, pero las visitas a la comunidad, las validaciones y el desarrollo de los proyectos extendían las jornadas a más de 9 horas diarias. Durante el proceso se utilizaron las metodologías de enseñanza de la Cátedra de Innovación Transversal de la UBP para crear un proyecto intensivo de similares características. “Con esta iniciativa podemos afirmar que estamos exportando nuestras aprendizajes y formas de trabajo que tendrán una continuidad en el tiempo. El programa fue intensivo y extenuante, pero una de las experiencias más gratificantes de mi vida. La población destinataria se encuentra ubicada en un imponente e inhóspito paisaje de abundante forestación y bendecido por un manantial que garantiza el acceso al agua durante todo el año”, afirma.
Proyectos con impacto social
Durante el programa se realizaron diversos proyectos muy novedosos para el pequeño poblado de San Pablo, que resultaron de gran impacto y de facilidad para replicar en otras comunidades similares. Algunas de las ideas más destacadas son:
– El desarrollo de invernaderos de policarbonato para generar condiciones que permitan el cultivo de una gran variedad de cultivos, además del maíz.
– Un taller de alfarería para contrarrestar la falta de oportunidades de empleo para las mujeres de la comunidad rural. El objetivo es construir materiales de arcilla, como tejas artesanales para la reconstrucción de templos y el mantenimiento de “pueblos mágicos” en Querétaro y sus alrededores.
– Un bio reactor para producir fertilizante orgánico que se abastece de los desechos animales y vegetales de la comunidad. La idea incluye un novedoso dosificador para que el abono natural sea fácilmente aplicable por los pobladores con el fin de aumentar el rendimiento de los cultivos.
– El desarrollo de alimentos tipo “snack” a base de saltamontes (mejor conocidos como “chapulines” en la región) combinados con frutos secos locales (peras y manzanas) para transformar una amenaza -al ser considerados una plaga- en una oportunidad de negocio simple e ingeniosa.
– Botiquines que serán financiados con la venta de remedios tradicionales y naturales de origen aborigen en base a plantas medicinales endémicas de la región, ya que la comunidad cuenta con escasa asistencia médica. Hay un solo médico que los visita una vez cada 8 días.
– Un proyecto de excursiones en cuadriciclos por los senderos montañosos para incentivar el ecoturismo y turismo de aventura como una fuente de ingreso.
– Un sistema simple y económico para almacenar el maíz cosechado. La comunidad experimenta muchas pérdidas de su producción por no contar con un sistema efectivo de almacenamiento de su principal sustento y fuente de alimento. Para la construcción de este silo se usaron materiales reciclados y de bajo impacto ambiental.
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Innovación de exportación
“La metodología y los principios de innovación que se administraron durante toda la actividad son semejantes a los que se enseñan y se aplican en la Cátedra de Innovación Transversal de la UBP. Estos aspectos se caracterizan por la creación de equipos multidisciplinarios para sacar el mejor provecho de la diversidad y complementariedad de sus miembros. Luego le sigue la etapa de orientación y exploración donde los grupos visitan la comunidad para relevar los principales problemas y oportunidades”, explica el Mgter. Piccolotto.
Durante el proceso cada equipo desarrolló sus proyectos de forma activa por el poco tiempo con el que contaban, pero fue suficiente para presentar sus prototipos y hacer las validaciones correspondientes con los expertos en cada disciplina. Luego, los equipos presentaron sus propuestas ante un jurado compuesto por especialistas del Tecnológico de Monterrey y empresarios locales. El propósito de esta instancia fue establecer posibles ventas de las ideas y aplicar fuentes de financiamiento para hacer sustentables los respectivos emprendimientos.
Red de oportunidades
Esta propuesta surge luego de un viaje que realizó el docente a México en el mes de febrero para participar del Global Faculty Program. Este proyecto es impulsado por el Tecnológico de Monterrey (TEC), con el objetivo reunir a profesores de determinadas áreas de estudio de todo el mundo para que puedan compartir tanto conocimientos, como también experiencias con otros docentes y estudiantes de esta institución.