Sistema agroproductivo: posibilidad de transformación hacia la sustentabilidad
Entre 1880 y la Primera Guerra Mundial, Argentina desarrolló una economía agro-exportadora que determinó un aumento en la necesidad de importar mano de obra para la agricultura. En razón a ello se produjo la segunda gran corriente inmigratoria, que se concretó con la fundación de colonias agrícolas, que dieron origen a la mayoría de las actuales ciudades y pueblos de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, y Buenos Aires. En el caso del sudeste de Córdoba, considerando los departamentos Unión, Marcos Juárez, Presidente Roque Sáenz Peña y sudeste de Juárez Celman, la construcción del ferrocarril significó el nacimiento y/o consolidación de gran cantidad de núcleos poblacionales, y el mayor impulso para la expansión de la actividad agropecuaria en el sector. Dicha actividad ha evolucionado a lo largo de la historia siendo hoy en día la predominante en este lugar. Considerando el contexto descripto, se puede afirmar que el desarrollo del sector sudeste de la provincia de Córdoba depende en gran medida del actual modelo de producción agropecuaria, presentando un escenario complejo para posibilitar un cambio que tienda a establecer un equilibrio con el ambiente, es decir hacia el desarrollo sustentable.
La actividad agropecuaria, es el motor que impulsa la vida en las localidades presentes en la zona, ya que de manera indiferente a las actividades económicas a las que se dedique cada persona, todas finalmente tienen relación directa o indirecta con esta. Entonces la pregunta es ¿cómo transformar un modelo arraigado en las personas que viven en este sector de la región pampeana?, y además ¿cómo hacer que el cambio de este modelo que configura el desarrollo de la población como un todo, sea aceptado por la misma? Como primera aproximación a esta realidad, se debe comprender que el sentido de pertenencia se construye por el arraigo de las personas al lugar a través de la experiencia; lo que en este caso reafirma el estado de dependencia de las comunidades, desde su fundación hacia el sistema agropecuario, y hace compleja la posibilidad de transformación por el hecho de una probable resistencia de las personas.
A pesar de los beneficios económicos brindados por el modelo productivo, no pueden dejarse de lado ciertos aspectos que también van condicionando y/o configurando a estos lugares. La vulnerabilidad de la región es uno de ellos, y se asocia al cambio climático, la demografía de las poblaciones y la salud. Además, se deben considerar los impactos que afectan a los recursos naturales y la biodiversidad presente.
La complejidad de este escenario hace necesaria una mirada completa, desde el desarrollo sustentable, que no priorice un aspecto sobre los otros sino que busque un equilibrio. Como alternativa al sistema dominante, se desarrollan diversos enfoques de agricultura sostenibles como la agroecología y la agricultura orgánica, que buscan ese equilibrio entre los componentes del sistema.
Las posibilidades de gestionar un problema socio-ambiental son innumerables, no existe un solo camino. La gestión ambiental podría ser una de las posibles estrategias para comenzar una transformación paulatina de la situación actual, tratando de compatibilizar enfoques de gestión y conservación con las condiciones locales o regionales, comprendiendo la experiencia de las personas para poder entender el lugar y buscar soluciones óptimas.
Por Agostina Brito
Estudiante de la Lic. en Gestión Ambiental (UBP)