28/07/2015 “La ingeniería: el motor del futuro”
Diario Cronista. Artículo del Ing. Waldo Geremía, director de la carrera Ingeniería Informática de la UBP.
Link: La ingeniería: el motor del futuro
Hoy, en el país se reciben 8.000 ingenieros de todas las especialidades sobre 110.360, lo que indica que se cuenta con un ingeniero cada 5.900 habitantes. Para esto, se hace necesario elevar el número de graduados a uno cada 4.000 habitantes, a través de iniciativas impulsadas por el Gobierno nacional.
El reporte global de competitividad de Davos, en su última edición, muestra que la capacidad para la innovación se refleja en cómo las empresas obtienen la tecnología. Esto se determina a través de diferentes opciones: si lo hacen solo a partir de la concesión de licencias, si lo realizan imitando a las firmas extranjeras o si lo desarrollan a través de proyectos de investigación formales en busca de ser pioneras de sus propios productos y procesos. El ranking refleja que los primeros tres lugares están ocupados por Suiza, Finlandia y Alemania, mientras que la Argentina se ubica en el puesto N° 95.
Otro valor de referencia es la disponibilidad de científicos e ingenieros con los que cuenta cada país. La Argentina reserva el lugar N° 83 y las naciones que ocupan los primeros puestos son Finlandia, Qatar y Puerto Rico.
Es interesante analizar si los próximos escenarios se parecerán a los ya superados o se tendrán que enfrentar a retos mayores. Todo indica que se habrá avanzado en la implementación de estrategias de recuperación de recursos esenciales para la vida: reuso, restauración, remanufacturación y racionamiento de la extracción de los tradicionales recursos naturales.
Este progreso proveerá de energía derivada de fuentes no convencionales y sostenibles, incrementará el nivel de vida promedio de la población y desarrollará procedimientos y dispositivos de alertas relacionados con la prevención, el seguimiento y el análisis de las catástrofes. La Tierra será un lugar hiperconectado con tecnologías y medios a través de los cuales se hará realidad la Internet de las cosas con economía digital, procesos de aprendizaje y entrenamiento avanzado con simuladores y agentes virtuales. Las compras virtuales, el homeworking, la telegestión, los trámites online y la recreación remota estarán ligados a un hiperdesarrollo de la logística y al delivery de todo tipo de productos.
Según la Academia Nacional de Ingenieros de los Estados Unidos, estos escenarios se resumen en 14 desafíos:
1. Conseguir que la energía solar sea accesible.
2. Suministrar energía a partir de la fusión.
3. Desarrollar métodos de secuestración del carbono.
4. Gestionar el ciclo del nitrógeno.
5. Suministrar acceso al agua potable.
6. Mejorar la infraestructura urbana.
7. Avanzar en la informática para la sanidad.
8. Diseñar mejores medicamentos.
9. Hacer ingeniería inversa del cerebro.
10. Prevenir el terror nuclear.
11. Proteger el ciberespacio.
12. Enriquecer la realidad virtual.
13. Avanzar en el aprendizaje personalizado.
14. Diseñar herramientas para el descubrimiento científico.
Metamorfosis ingenieril
La clave estar a la altura de los desafíos requiere de una metamorfosis de los ingenieros. Más tecnológicos sin tantas especializaciones, los ingenieros trabajarán con premisas bases de todo proyecto: bajo consumo de energía, seguridad, confiabilidad en la información, habilidad intercultural en equipos globales, innovación continua, escenarios de intensa validación ética de proyectos técnicos y una mayor consciencia del rol del hombre generador de procesos de deterioro del planeta y a la vez único responsable de su reconstrucción y mejora.
La viabilidad de la sociedad depende de la tecnología, pero debería desarrollarse alguna protección contra el mal uso de esta a través de estrategias de sustentabilidad. Implica formar ingenieros responsables de sus producciones, que consideren el impacto social de la tecnología y que sean sensibles al cuidado del ambiente que habitan. No será fácil, pero sí de resolver problemas se trata los ingenieros son los indicados, claro que en esta oportunidad será integrados a equipos multidisciplinarios y dispuestos a llevar al límite sus capacidades.
Racionales, pero responsables, eficientes pero conscientes, tecnológicos pero sensibles parecen ser las variables a manejar por los ingenieros del futuro.