27/06 “Al final, todo va a parar al río Suquía”
La Voz del Interior. Mención al estudio realizado por el Cidma de la Universidad Blas Pascal.
Link: Al final, todo va a parar al río Suquía
Análisis encargados por La Voz arrojan una fuerte presencia de bacterias coliformes fecales y “Escherichia coli” en el curso de agua. Los efluentes de los desbordes cloacales, las conexiones clandestinas y las plantas de depuración provocan la contaminación.
El río Suquía es una cloaca a cielo abierto. Definición simple y concreta para lo que sucede en su paso por la ciudad de Córdoba, y que se eleva a la máxima potencia aguas abajo de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande.
Análisis encargados por La Voz al Centro de Química Aplicada (Cequimap) de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) arrojaron resultados alarmantes. En cinco sitios de muestra diferentes de la Capital, la presencia de la bacteria Escherichia coli es mayor que la permitida por la normativa vigente.
La Escherichia se encuentra entre las bacterias coliformes fecales, que también fueron medidas y en varios puntos están por encima de lo admitido.
El biólogo Federico Kopta aclaró que es común que exista un bajo nivel de coliformes fecales en los cursos de agua, debido a la deposiciones de animales que viven en su entorno. Pero su presencia en niveles elevados es indicadora de contaminación con aguas servidas, que llegan al río de diversas formas: conexiones clandestinas, desbordes de la red sanitaria que llegan a los desagües, y descargas de plantas de tratamiento de efluentes cloacales.
Los valores aceptables en agua de recreación, según lo establece la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, son mil bacterias coliformes fecales y 800 de Escherichia coli en 100 mililitros de agua.
Los resultados del agua analizada en mayo pasado demuestran 2.100 coliformes fecales y 1.500 de Escherichia coli en Villa Warcalde, y –metros después de la intersección con el arroyo La Cañada– 2.300 de coliformes fecales y 2.300 de Escherichia coli.
Los otros sitios donde se analizó el agua del Suquía fueron Campo de la Ribera (930 y 930), Circunvalación (9.300 y 4.300), y aguas abajo de la planta de Bajo Grande.
Esas instalaciones son las que deben tratar los líquidos cloacales de la ciudad. Y, como en cada muestreo, los niveles de contaminación son astronómicos. En este caso, la presencia de bacterias coliformes fecales fue de 930.000 cada 100 mililitros de agua, e igual número de bacterias Escherichia coli.
Sin mejoras
La microbióloga Adriana Abril estudia las aguas del Suquía desde 1988. “En aquel entonces, los cuellos de botella eran los barrios Müller y Villa Páez, con las fábricas que largaban directamente al río. Eso se saneó, se construyeron cloacas, sacaron las fábricas e hicieron la Costanera”, recordó la especialista.
Otro de los problemas fue la limpieza de filtros que realizaba la ex-Epos (Empresa Provincial de Obras Sanitarias).
“En 1997 se creó la Comisión de Aguas, se recomendó sacar el canal de estiaje y se identificó como problema crítico a la planta de Bajo Grande”, añadió Abril.
En 2006, se comenzó a construir una ampliación, que permitiría tratar 10 mil metros cúbicos por hora, terminada en 2011. Pero peritajes judiciales detectaron serias deficiencias, lo que explica que los altos niveles de contaminación continúen pese a esa obra.
“Antes, por ahí encontrabas contaminación. Hace 10 años que es en todos los sitios”, afirmó Abril.
Otra de las causas también tiene que ver con la red cloacal y explica la contaminación en la ciudad. Hay unos 50 desbordes diarios y el efluente termina siempre en el Suquía. “Los desagües pluviales que están en el área central y en su periferia van a La Cañada y al río”, explicó el geólogo Francisco Quintana Salvat.
Los desagües acarrean otro problema. “Cuando llueve después de mucho tiempo, la primera agua que va al río se considera agua negra, y en muchas ciudades hay esclusas para que sea tratada como agua residual”, subrayó el especialista.
También terminan en los desagües las aguas de los desbordes de las plantas cloacales de los barrios ciudades y las conexiones clandestinas, tal como indicó off the récord a La Voz un asesor de Recursos Hídricos de la Provincia. Esas plantas son responsabilidad del Gobierno provincial.
Contaminación de todo tipo
Virus. En 2011, un análisis del agua del Suquía sobre la presencia del virus de hepatitis E arrojó resultados positivos en el 3,2 por ciento de las muestras. La investigación fue de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Católica de Córdoba (UCC), con el laboratorio Lace.
Estrógenos. En 2012, se encontró una concentración de estrógenos 10 veces mayor al límite establecido por normas internacionales. El estudio fue del Cidma, de la Universidad Blas Pascal.
Fármacos. En 2013, un trabajo de la UNC y del Conicet detectó ocho fármacos de los 15 monitoreados.
Al agua. Adrián Cortés es pescador del Suquía. Cada tanto, aprovecha las tardes junto a un grupo de aficionados para practicar la pesca deportiva. Y conoce cuáles son los sitios donde el río recibe los efluentes: “Al lado del Hombre Urbano, desde la alcantarilla de la Terminal, se ve claramente cómo cae el agua contaminada. En el parque Las Heras tenés otro desagüe que larga líquidos; se ve la suciedad flotando. Otro sitio es la alcantarilla del puente de la calle Estados Unidos. Y está lleno de suciedad en las costas a la altura de Juniors o en San Vicente”.