15/06/2015 “El ecoturismo como instrumento de desarrollo sustentable”
Comercio y Justicia. Columna de la Geóloga Eugenia Alaniz, docente de la UBP.
Link: El ecoturismo como instrumento de desarrollo sustentable
*Por Eugenia Alaniz, Docente de la carrera de carrera de Gestión Ambiental y Turismo de la Universidad Blas Pascal (UBP).
El turismo ha sido desde la década del 60 un sector productivo de gran importancia mundial, que ha crecido a grandes pasos y de una forma no planificada.
Según la Organización Mundial del Turismo, se ha pasado de 25 millones de turistas internacionales en 1950, a más de 920 millones en 2011. Partiendo de este panorama, las previsiones de emisión de turistas en los próximos años, por lo menos hasta 2020, indican que el turismo internacional terminará aumentando 175 por ciento.
Este crecimiento acelerado y no planificado ha puesto en juego los recursos naturales, paisajísticos, históricos y culturales de los que depende la misma actividad. De ahí que desde la década del 90 diversas organizaciones internacionales relacionadas con la actividad turística, los sectores gubernamental, académico y social han promovido un desarrollo ideal del turismo que implique menos impactos ambientales y sociales negativos y que, por el contrario, ofrezca oportunidades de desarrollo a las comunidades anfitrionas.
En este contexto, el ecoturismo representa una opción de desarrollo integral y sostenible, una actividad que unifica los pueblos mediante el conocimiento de sus riquezas naturales, la preservación de la biodiversidad y la puesta en valor de todo lo que define su identidad cultural.
Entre los años 60 y 70 apareció por primera vez en inglés el término “ecoturismo”‘ y empieza a cobrar una fuerza mayor a partir de los 80 hasta la fecha. En este transcurrir ha aparecido, en medios académicos y no académicos, una amplia variedad de definiciones, muchas veces respondiendo a enfoques y ángulos preconcebidos.
La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) define el ecoturismo como aquella modalidad turística ambientalmente responsable, consistente en la visita a áreas naturales con el fin de disfrutar sus atractivos (paisaje, flora y fauna silvestres), así como sus manifestaciones culturales del presente o del pasado, mediante un proceso que promueva su conservación (Ceballos-Lascurain, 1998). Propicia la participación activa de las poblaciones locales en su desarrollo, de manera que le permitan obtener beneficios sociales y económicos. Tiene bajo impacto ambiental y cultural.
El ecoturismo es una actividad que combina la pasión por el viaje con la preocupación por el ambiente, el cual presenta gran variedad de ofertas naturales como lagos, ríos, montañas, bosques, desiertos, entre otras. En estos escenarios y de acuerdo con la motivación e interés del turista, se desarrollan diferentes actividades recreativas tales como cabalgatas, avístame de aves, caminatas, recorrido por selvas, buceo, escalada, etcétera. Si estas actividades no son gestionadas de acuerdo con las características de los ecosistemas y la cultura de las regiones visitadas se pueden causar impactos ambientales negativos que lleguen a destruir los propios recursos que constituyen el atractivo turístico.
Por todo lo anterior la definición del ecoturismo involucra un componente normativo. Por ello es que el ecoturismo debe desarrollarse de acuerdo con los lineamientos o principios que lo sustentan. Ellos son: respeto a la identidad cultural de la población receptora y satisfacción de la demanda turística (dimensión social), planificación y gestión de la económica, y la conservación de su biodiversidad (dimensión ambiental).
Sólo mediante el cumplimiento de los lineamientos se podrá garantizar que el ecoturismo no se convierta en un agente dañino para el patrimonio natural o cultural de un país o región y contribuya al desarrollo sostenible de las regiones.
Ecodesarrollo
Se concluye así que el ecoturismo es un modelo de desarrollo turístico sustentable que debe basar su actividad en otorgarle valor a sus principales recursos: la naturaleza, la expresiones histórico-culturales y las comunidades anfitrionas, de tal forma que éstas obtengan beneficios económicos pero respetando los límites que la naturaleza impone, para poder seguir obteniendo beneficios a largo plazo y dar la oportunidad a futuras generaciones de disfrutar y aprovechar estos recursos.
Para lograr esto el ecoturismo habrá de enfocarse como un componente lógico del ecodesarrollo, y sólo mediante un involucramiento intersectorial podrá verdaderamente alcanzar sus objetivos, y exigir la participación informada de todos los agentes claves, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso.