01/11 “5 aprendizajes del rugby para las start-ups”
El Cronista. Entrevista a Juan Chacón, coach de doingLABS, la incubadora de startup de la UBP.
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Desde la preparación física hasta la mental, la experiencia que se vive en este deporte contiene lecciones de las que los emprendedores se pueden beneficiar. Aquí, algunas de ellas.
Se calcula que los jugadores de rugby corren un promedio de ocho kilómetros durante un partido de 80 minutos. No importa lo rápido que sea el equipo o lo bien que juegue, es necesario tener buen estado físico y mental para aguantar dentro de la cancha. Del mismo modo, para iniciar una start-up y permanecer en el tiempo, hay que estar preparados para resistir. Entrenar diariamente para reuniones, presentaciones y planificar cómo dividir el día para cumplir con todo. En esta nota, cinco tips que los emprendedores pueden aprender del mundo de la ovalada.
1 Pensar hacia adelante
Los emprendedores habitualmente no dan importancia a la preparación mental. Hay que identificar objetivos para cada tarea, analizar el nivel de alcance de los mismos y ser conscientes de lo que se viene. “El rugby tiene mucha relación con la dinámica de una start-up. Agruparse, empujar, caerse y volverse a levantar, pero la meta es el try”, explica Juan Chacón, CEO de Machinalis, consultor de start-ups y coordinador de DoingLabs, la incubadora de la Universidad Blas Pascal de Córdoba.
2 No hay amortiguadores en la vida
Cuanto más grande seas, más duras pueden ser las caídas. El rugby, como deporte de contacto, puede ser un juego brusco, ya que tiene tackles, a diferencia otros deportes. El peso promedio de los forwards en un scrum es de 1.600 kilos, de pura fuerza; cuando el equipo sale de un scrum, se hace difícil detenerlos.
En un partido, los jugadores de rugby llevan protecciones, como los bucales, las pecheras y las gorras de scrum. Pero siempre están preparados para los golpes que el juego ofrece. Los integrantes de una start-up pueden tener un día lleno de pequeñas victorias, pero siempre serán objeto, en algún momento, de una serie de obstáculos. Hay que aprender a recibir, llevar adelante los desafíos, identificar los aprendizajes clave y luego recuperarse rápidamente.
3 El trabajo en equipo construye la motivación
“En el rugby, uno aprende a trabajar en equipo, algo esencial en una start-up para afrontar los desafíos”, dice Nicolás Hersch, fundador de UF Tickets, una ticketera online de entradas para eventos y festivales que usa el código QR para sumar puntos.
Los emprendedores nunca deben subestimar el valor de un equipo bien entrenado, motivado y consolidado: es una fuerza clave para el éxito de la operación.
4 Estar cambiado no es lo mismo que jugar
Pisar un campo de juego, vestir la camiseta y llevar los botines puestos no define a un jugador.
Un emprendedor debe ser protagonista. Es habitual, al inicio de un emprendimiento, que se engañen pensando que revisar el correo electrónico y asistir a eventos es trabajar fuerte, pero no es así. Hay que tomar ventaja de las horas que se pasan en la oficina, ser constructivos desde el momento en que se llega hasta terminar, aprovechar el tiempo y no pretender estar ocupado.
5 Jugar fuerte y lograr ser únicos
Por mística e historia, los All Blacks son únicos, y generan en sus rivales lo que generan Google, Apple o Facebook. Según Juan Chacón, la start-up que quiere competirle a esos grandes tiene que ser disruptiva y generar algo distinto.
Un equipo con grandes jugadores e individualidades, ya sea en una start-up o en el rugby, se combinan y complementan para apoyarse unos a otros teniendo en cuenta sus fortalezas y debilidades, algo que puede ser inmejorable y “único”.
Ricardo Heurtley