01/02/2017 “Países nombran “embajadores” para negociar con las multinacionales (¿Las empresas son Estados?)”
InfoNegocios. Nota de José Alejandro Consigli, rector de la Universidad Blas Pascal.
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La noticia sorprendió: Dinamarca nombró un embajador digital para tratar con gigantes como Google o Apple. Dos especialistas Christian Sommer (UCC) y José Consigli (UBP) opinan y coinciden en que desde el punto de vista del Derecho Internacional nombrar embajadores para tratar con una empresa no es posible y que se trata de una denominación marketinera. Pero subrayaron que la noticia blanquea el poder real de las multinacionales.
Técnicamente no es posible. Las normas que rigen el Derecho Internacional se basan en tratados que relacionan a Estados entre sí o estos con organizaciones supraestatales (ONU, OEA). En ese marco un embajador es el agente diplomático acreditado por un Estado u Organización ante en un Estado extranjero u Organización, para representar oficialmente al Estado al cual pertenece.
Pero hay un uso del término usado a quien se considera un representante de un país: Borges era el embajador de la literatura argentina.
“El que un Estado declare que va a tener un embajador digital parece significar que elegirá un funcionario que se ocupará de estar informado y llevar adelante las relaciones con las grandes empresas informáticas. No es inusual que los Estados encomienden a funcionarios –diplomáticos o no- que se concentren en el seguimiento de las negociaciones con ciertas empresas. Lo singular es que habría un agente danés –quizá con un equipo- que tendrá como objetivo llevar el relacionamiento con las empresas digitales, debido a su peso no solo económico, sino también estratégico”, comenta José Alejandro Consigli, especialista en Derecho Internacional y rector de la Universidad Blas Pascal.
“No será un embajador en el sentido técnico pero nos habla a las claras de la importancia que están adquiriendo las empresas digitales como actores internacionales, reemplazando, o al menos cohabitando, con otros grandes actores globales, como las empresas petroleras, los bancos o las automotrices”, agrega.
“Hoy estas empresas tienen un poder de lobby real y lo que plantea Dinamarca es una nueva posible reflexión sobre cómo se verá a las empresas en el futuro”, manifiesta Christian Sommer profesor titular de Derecho Internacional de la Universidad Católica. Pero aclara que Estados y empresas no son lo mismo aunque advierte que se hace cada vez más necesario equilibrar la relación entre Derechos y Obligaciones de las multinacionales con los países. En tal sentido, recuerda que desde principios de siglo la ONU plantea una serie de principios rectores entre compañías y Derechos Humanos y que Argentina se comprometió a cumplir. “Las grandes empresas rápidamente reclaman derechos pero buscan evitar las obligaciones”, acota.
El artículo que disparó la duda aquí.