16/08 “Rectores cordobeses visitan Fazenda, un centro de recuperación de adictos”

Universidades Hoy. Nota sobre la visita del Foro de Rectores de Córdoba a Fazenda de Esperanza.

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En el marco de las diversas acciones que impulsa Cáritas Córdoba en el mes de la solidaridad, el jueves 18 de agosto las máximas autoridades de las distintas universidades de Córdoba reunidas en el Foro de rectores, visitarán las instalaciones de Fazenda de Esperanza.

Volcarse a la sociedad

Están invitados a participar de la jornada la Universidad Blas Pascal, el Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas de Córdoba, la Universidad Católica de Córdoba, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Provincial de Córdoba, la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad Siglo 21 y el Instituto Universitario Aeronáutico.

El Foro de Rectores se conformó con el propósito de generar un espacio de reflexión y acción que promueva el trabajo de las instituciones universitarias de la Provincia, en la búsqueda de una sociedad más justa y democrática. En el espacio se coordinan acciones relativas a la prevención de adicciones poniendo especial énfasis en planes y actividades de sensibilización en la población estudiantil universitaria. Además, promueve una red que facilite el encuentro entre organizaciones que trabajen en este tipo de problemáticas. Se aspira a plasmar diversas iniciativas que manifiesten la Responsabilidad Social Universitaria.

¿Qué es Fazenda de Esperanza?

En 1983 en la ciudad de Guaratinguetá de San Pablo, el padre franciscano Hans Stapel y Nelson Giovanelli dan inicio a la Fazenda de la Esperanza, la cual surge ante la situación de un grupo de jóvenes que se juntaban en la esquina a consumir drogas. Por intermedio del Monseñor Aurelio José Kuhn, obispo emérito de Deán Funes, el 26 de febrero de 2006 quedó fundada la primera Fazenda masculina en Argentina. Actualmente, hay 10 asociaciones en el país, incluyendo una para mujeres, en las provincias de Salta, Buenos Aires, Formosa, Tucumán, La Rioja, Santa Fe y Córdoba. La comunidad terapéutica trabaja sobre la base de la convivencia, el trabajo y la espiritualidad, se ingresa por voluntad propia y la participación de las familias en los grupos Esperanza Viva es indispensable para lograr un resultado favorable.