03/11/2015 “El cambio climático desafía al turismo en Córdoba”
La Voz del Interior. Entrevista a la Mgter. Eugenia Alaniz, Coordinadora de las Licenciaturas en Gestión ambiental y en Higiene y Seguridad Laboral de la Universidad Blas Pascal.
Link: El cambio climático desafía al turismo en Córdoba
El sector depende mucho del tiempo y de los recursos naturales para atraer a visitantes. Deberá adaptarse para ofrecer más seguridad, servicios de salud y confort ante un clima más extremo. Ver además: Miedo al agua: cómo se prepara Córdoba.
El turismo en Córdoba depende del clima. El calor bochornoso y los excesos de agua o de sequía no atraen a muchos viajeros. Ni hablar si ocurren inundaciones como las de febrero pasado en Sierras Chicas.
Si “San Pedro” marca el pulso turístico cordobés, entonces la provincia tendrá problemas en el futuro. La causa: el cambio climático. Sin embargo, aún está a tiempo para adaptarse a sus efectos, algunos de los cuales son oportunidades para este sector.
“De a poco vamos diseñando un plan turístico regional que procura instalar el concepto de ‘Sierras Chicas ecosustentable’. El problema que siempre tuvimos fue la escasez de agua, la sequía y los incendios que afectaron las cuencas de los arroyos”, explica Lucas Recalde, de la asociación turística de Sierras Chicas.
Pero estos cambios también trajeron oportunidades: “La fauna, especialmente las aves, comenzaron a emigrar a nuestra zona. Luego, con la recuperación de los arroyos, la vegetación también comenzó a recuperarse, volvimos a ser un destino turístico atractivo”, cuenta.
Salud y seguridad
Un informe sobre turismo y cambio climático, elaborado por la Secretaría de Ambiente de la Nación, indica que los veranos en Córdoba serán más calurosos “debiéndose anticipar con medidas de adaptación en cuanto a la salud de los turistas y a los centros asistenciales locales”, dice el trabajo.
Además, cuando las crecidas sean más frecuentes, los turistas tendrán en cuenta qué tan seguros son los ríos. En este sentido, el informe de la Nación destaca como medida esencial la instalación de sistemas de alerta temprana y vigilancia meteorológica.
Córdoba presentó hace poco una iniciativa en este sentido, con 90 pluviómetros conectados que proveen información en tiempo real.
Otro problema sanitario que puede y está trayendo el cambio climático en Córdoba es la presencia de vectores de enfermedades como el dengue y la chikunguña.
Confort
El problema energético y de climatización son factores que deberán mejorar en Córdoba para adaptarse al cambio climático y poder brindar confort a los turistas, agrega el informe.
Si hace más calor, hoteles, cabañas y posada deberán ofrecer comodidades, como ambientes climatizados. Por este motivo “la demanda de energía eléctrica aumentará considerablemente”, plantea el documento.
“El clima determina la duración y la calidad de las temporadas turísticas e influye decisivamente en la elección de los destinos y el gasto turístico”, dice Eugenia Alaniz, docente de la Universidad Blas Pascal, experta en turismo sustentable.
Y agrega que también ejerce una importante influencia en las condiciones ambientales que pueden ahuyentar turistas, como enfermedades contagiosas, incendios forestales, plagas de insectos o transmitidas por el agua (por caso, medusas o floraciones de algas) y fenómenos extremos, como inundaciones.
Atractivos
“Salvo las ciudades de Córdoba y Villa Carlos Paz, que han diversificado su oferta turística con un portafolio más urbano como destino para congresos, espectáculos y negocios, el resto presenta una gran dependencia de los factores climáticos y de la naturaleza”, expresa el informe de la Nación.
Alaniz explica que otro problema de cambio climático es que afecta a los recursos naturales. “El paisaje es atractivo para el turismo. Por ejemplo, la nieve, el comportamiento y la diversidad biológica de la fauna y la flora silvestre y el nivel y la calidad del agua”, detalla.
Córdoba sufre vaivenes hídricos. Luego de años muy secos viene temporada con excesos. El informe de Ambiente de la Nación prevé un aumento en la precipitación y torrencialidad. Las medidas de adaptación deben tener en cuenta los usos turísticos que se hacen de los espacios y servicios, coinciden expertos.
Sierras Chicas quedó marcada por la torrencial y trágica lluvia del 15 de febrero. Fallecieron ocho personas. La crecida socavó espacios verdes visitados por los turistas. Pero en la región también se acuerdan de los años en el que el dique La Quebrada estaba prácticamente seco.
Sin embargo, Recalde prefiere enfocarse en el futuro y pensar que toda esa agua caída en febrero podría servir para generar energía mediante molinos. “Aunque la coyuntura de los últimos tiempos afectó la actividad turística en la zona, estos cambios favorecen la recuperación de las sierras y ese es el principal atractivo que se ofrece en la zona, por eso estamos preocupados y decididos a protegerlo”, concluye.
El sector está elaborando un proyecto integral para aprovechar estas circunstancias y promover la generación de energías sustentables con paneles solares para calefacción de los establecimientos, ya que esta zona no cuenta con gas natural y evitar también el uso de leña y madera de bosques nativos.
Pero el cambio climático también puede ser una oportunidad para extender el negocio. En el futuro se espera que los otoños sean más calurosos, lo que propiciaría una extensión de la temporada turística, dice el informe de la Nación.