Murga, solidaridad y docencia: triple pasión

15 julio 2016

Fabrizio Li Gambi es Lic. en Periodismo y Nuevos Medios por la UBP. Además, forma parte de la murga Contraflor al Resto y es profesor en la Universidad, de las materias Teoría de la Comunicación y Guión. Por si esto fuera poco, en su tiempo libre, brinda talleres de literatura para niños en barrio Granja de Funes, de la mano de Alt23, la Fundación social que preside.
 
Murguero de vocación
La murga Contraflor al Resto, cantada y de estilo tradicional uruguayo, cuenta con más de 20 músicos y artistas que realizan un despliegue imponente, con percusión y coros. “Los fui a ver una vez al teatro y me enamoró desde un primer momento lo que hacían porque vinculaban el arte, la literatura y las artes escénicas con la crítica política, basada en la investigación y observación de la realidad”, afirma el Lic. Li Gambi, quien luego de esta visita al teatro, no dudó en unirse a la agrupación: “Es una forma de vivir en Carnaval durante todo el año, junto a mis amigos”. La Murga ya lleva varios años de trayectoria en la Ciudad en Córdoba.
 
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Docencia solidaria
En 2013, junto a un grupo de amigos, empezaron a ir al barrio Granja de Funes a brindar talleres de literatura para niños. El lugar elegido es la Biblioteca de los Duendes, un galpón que adoptaron y que, poco a poco, se está trasformando en un ámbito cálido y cómodo para compartir con los alumnos. Además, los sábados realizan un delivery de libros por las casas del barrio. “Vamos casa por casa, llevando libros que prestamos a los vecinos. Es una actividad que está creciendo mucho, gracias al compromiso de voluntarios”.
 
Periodismo más trascendental
Fabrizio imprime una veta social a todo lo que realiza. Así, cuenta que realizó su trabajo final en un geriátrico: “En una forma de ver el periodismo a través de un método autobiográfico, donde la búsqueda de la verdad se da desde la subjetividad. Gonzalo Marull y Patricia Supisiche, ambos docentes de la UBP, me guiaron a lo largo del recorrido, asesorándome tanto en la parte teórica como en la práctica. A lo largo de un mes, en más de 10 visitas al mismo geriátrico, me entrevisté con diferentes personas que se encontraban viviendo allí. Terminé escribiendo un libro con todo el material que pude recoger. Fue una experiencia en la cual me transformé a mí mismo, y significó dar un paso en la realización de un periodismo más trascendental, que pueda ir más allá de la fugacidad de la noticia”.
 
Servir a la academia
“La disciplina periodística se encuentra teñida de intereses y es un espacio de puja, que no me atrae. Por eso, decidí no entrar directamente a trabajar en medios, sino dedicarme a la docencia, a las artes y a la escritura”, consigna. Hoy cursa el Profesorado Universitario y da clases en escuelas de educación media con orientación en Comunicación, además de ser Adscripto en dos materias en la UBP. “Mi interés fundamental es seguir capacitándome y aprendiendo mucho para poder transmitir mejor los conocimientos que he adquirido durante la carrera”, comenta con orgullo.
 
Transmitir pasión
Describe así su paso por esta Casa de Estudios: “Me entusiasmó todo lo que tenía que ver con la teoría y su vinculación con la práctica. Los docentes que tuvimos fueron excelentes. Gonzalo Marull, docente de Guión Audiovisual, supo hablarnos en un lenguaje que nos transmitió la pasión, el amor y la poesía del ejercicio periodístico, del cine o de cualquier otro tipo de proyecto. En la UBP aprendí a trabajar en equipo, porque en toda la carrera se requiere el trabajo solidario y en grupo”.
 
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